José Landa, delegado de la Asociación Canaria de Pescadores Submarinos Responsables en Fuerteventura, denuncia la “injusticia” que viven los pescadores submarinos recreativos debido a la zonificación vigente en Canarias, que limita su actividad en el 80 % del litoral de las islas.
Landa aseguró que esta restricción, vigente desde hace cuatro décadas, carece de fundamento científico. Citó literalmente un informe del Instituto Español de Oceanografía (IEO) que concluye: “no se han encontrado evidencias científicas que justifiquen el modelo de acceso restringido por zonas” para esta modalidad pesquera, destacando además que la pesca submarina, de arpón, es “la pesca más sostenible y selectiva según la FAO”.
El representante lamentó que estas limitaciones obedecen a presiones del sector profesional, que actuó “como un lobby para mantener privilegios y evitar competencia” tras perder acceso al banco canario-sahariano. “Hace unos 40 años se impuso esta restricción sin ningún estudio, solo por presión del sector profesional”, afirmó Landa.
En respuesta a la reciente aprobación de una Proposición No de Ley (PNL) que mantiene estas restricciones, Landa calificó el documento defendido por el diputado nacionalista Mario Cabrera como “un panfleto lleno de argumentos engañosos y muy pobres”. Aseguró también que las autoridades parlamentarias han tomado decisiones sin una verdadera consulta ni diálogo con su colectivo.
La asociación recordó que, pese a existir informes científicos realizados por instituciones prestigiosas como la Universidad de Las Palmas y la Universidad de La Laguna, estos estudios han sido ignorados sistemáticamente.
Con cerca de 6.000 licencias en Canarias, de las que alrededor de 500 corresponden a Fuerteventura, la pesca submarina recreativa genera un importante impacto económico, cifrado en alrededor de 400 millones de euros y 4.000 empleos. Pese a ello, no están contemplados en la Estrategia Canaria de Economía Azul ni en la Estrategia de Soberanía Alimentaria.
El delegado en Fuerteventura de los pescadores submarinos llamó a la unidad de todos los sectores afectados por restricciones similares, afirmando que “hoy somos nosotros, pero mañana pueden ser los pescadores de caña. Es hora de unirnos y defender el mar como un bien público de todos”, concluyó.