Santa Cruz de Tenerife (EFE).- El presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, ha reclamado este jueves una agenda de colaboración pública-privada para reformar el modelo económico de Canarias y hacerlo más resiliente y preparado para cuando vengan mal dadas.
«Vivimos un momento dulce», ha admitido Sesé en la presentación del informe de la economía de Canarias correspondiente al segundo trimestre de 2025, «pero es algo coyuntural. Esto va a bajar», ha advertido, de ahí la importancia de aprovechar la inercia positiva actual para profundizar en ese proceso de transformación.
Entiende el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife que la economía del archipiélago crece «por inercia», porque siguen llegando cada vez más turistas, lo que tira de todos los indicadores, al igual que el consumo, también interno.
La cuestión, ha analizado Sesé, es que «crecemos en cantidad», pero si se tomaran una serie de medidas «podríamos crecer mejor» y ganar en competitividad y productividad.
Para ello, ha demandado, «no basta con buenas intenciones. Necesitamos valentía política», pues habrá que tomar «decisiones complejas e impopulares a corto plazo, pero absolutamente indispensables, si queremos garantizar el futuro económico de Canarias».
Ha sintetizado en cinco apartados esa agenda reformista que reclama la Cámara de Comercio: agilización y simplificación administrativa; desarrollo público-privado de infraestructuras, en especial vivienda; una mayor penetración de las energías renovables; reforzar la formación en el empleo; y fomentar la innovación y la digitalización.
Cree Sesé que además de estos, los otros déficit estructurales que condicionan el potencial de la economía canaria son su «baja productividad» y la «escasa ejecución» de fondos públicos.
Y a todo ello se añade la incertidumbre por el contexto socioeconómico internacional, «un elemento de riesgo que no se puede obviar».
Ahora bien, la directora general de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Lola Pérez, ha admitido que el comportamiento de la economía canaria les viene «sorprendiendo» desde la pandemia de covid-19, pues se han ido sucediendo acontecimientos internacionales que se pensaba que la condicionarían.
Esto sucede con todas las economías con una fuerte dependencia del turismo, ha puntualizado Santiago Sesé, quien ha insistido en que la economía es cíclica y los «momentos dulces» vienen y van, y ha llamado a evitar la «autocomplacencia» a toda costa.
Una sensación en la que se podría caer en vista del crecimiento «alentador» que en los seis primeros meses del año viene experimentando la economía de las islas.
Sesé ha reparado en los indicadores «esperanzadores» sobre la llegada de turistas, con un incremento del 6,5% de los internacionales y un aumento del gasto del 9,7%.
Sin embargo, hay otros «no tan favorables», como el descenso de la producción industrial, de las matriculaciones de vehículos industriales y del índice de confianza empresarial, así como el incremento en un 46% de las empresas en concurso de acreedores.
Lola Pérez ha detallado que a la espera de que el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) publique los datos del segundo trimestre, la previsión de la Cámara es que se mantenga el ritmo de crecimiento en un 0,5% experimentado en los tres primeros meses, y que el ejercicio se cierre con un alza del 3%.
La directora general ha desgranado «las fortalezas» de la economía canaria, que se resumen en el tirón del consumo, espoleado por los «buenos porcentajes de empleo», y en el gasto turístico.
Las ventas del comercio minorista aumentaron en el segundo trimestre un 4,5%; las matriculaciones de turismos, un 14%, el nivel más alto desde el segundo trimestre de 2018; el mercado de la vivienda «no para de crecer», sobre todo la nueva, cuyas ventas suben un 10%, frente al 0,3% de la usada, y las hipotecas, un 31%.
En el análisis por sectores productivos, Pérez ha contrapuesto la caída de la producción industrial del 3,7%, la primera desde 2020, con «la gran fortaleza» exhibida por la construcción, donde aumentan las licitaciones oficiales un 24% y desciende el paro un 14,3%.
También ha destacado el comportamiento del turismo, pues sigue aumentando la llegada de visitantes aunque la estancia media es menor que hace un año.
Todas estas cifras se reflejan en el mercado de trabajo, con 1.022.000 ocupados y una tasa de paro del 13,33%, la más baja desde 2008.
A la buena marcha de la economía canaria también contribuye que la inflación está «controlada», pues la Cámara estima «coyuntural» la subida en julio del 0,1%, así como la bajada de los tipos de interés.