El municipio de La Oliva ha dado un paso firme hacia una gestión más sostenible y adaptada de sus zonas verdes con la presentación del Plan de Arbolado y Corredores Verdes, un documento estratégico que define cómo deben diseñarse, mantenerse y ampliar las áreas verdes del municipio bajo criterios profesionales, ambientales y climáticos.
La presentación del avance del plan tuvo lugar la mañana del lunes 13 de mayo en la Asociación Raíz del Pueblo, con la participación del grupo de gobierno, técnicos y el equipo redactor, y fue impulsada por la Concejalía de Medio Ambiente y Turismo, dirigida por David Fajardo, en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino “Naturalmente La Oliva”, financiado por fondos europeos Next Generation EU.
Este nuevo plan establece una hoja de ruta clara sobre qué tipo de flora debe utilizarse en nuevas plantaciones o en la mejora de áreas existentes, apostando por especies autóctonas y adaptadas al ecosistema de Fuerteventura. Entre las especies propuestas figuran árboles como el tarajal, acebuche o la palmera canaria; arbustos como el verode, la tabaiba dulce y salvaje, el espino y el tomillo de mar; así como especies herbáceas como la lechuga de mar o la pulicaria purpuraria.
“Con estos planes de sostenibilidad turística y los fondos europeos que tenemos en el Ayuntamiento de La Oliva, habíamos encargado un Plan de Arbolado y Corredores Verdes, y hoy, en esta primera mesa de trabajo, hemos recibido un avance de este documento”, explicó el concejal David Fajardo. Añadió que el objetivo es planificar con eficiencia las plantaciones, priorizar zonas de sombra, implementar sistemas de riego adecuados y promover una jardinería respetuosa con el entorno.
El estudio, elaborado por un equipo multidisciplinar con perfiles técnicos y científicos, se estructura en tres bloques: un diagnóstico del estado actual, una estrategia a medio y largo plazo y una serie de propuestas concretas de actuación. Además, plantea cinco metas clave: proteger la biodiversidad, prevenir la desertificación, adaptarse al cambio climático, generar economía vinculada al paisaje y fomentar la participación ciudadana en la gobernanza ambiental.
El alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, subrayó que “este plan no solo cuida del paisaje, también mejora la calidad de vida de las personas, aportando sombra, una nueva imagen y equilibrio ambiental a nuestros núcleos urbanos y rurales”.
El plan no es un documento cerrado. Se trata de un proceso progresivo, flexible y abierto a aportaciones ciudadanas, cuyo objetivo final es construir un municipio más verde, habitable y respetuoso con su identidad ecológica.