Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Los polizones que llegaron el pasado viernes al Puerto de los Mármoles, en Lanzarote, en un buque remolcador procedente de Senegal, pasarán a disposición judicial este lunes, y será el juez quien decida si van a ser o no internados en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), por no contar con la autorización para permanecer en territorio español.
Lo ha confirmado a EFE uno de los abogados de oficio que están asistiendo a los 49 hombres de origen senegalés, quien ha explicado que la normativa, en este caso, dispone que no se les puede tener retenidos más de 72 horas.
Actualmente, los adultos, pues según fuentes de emergencias entre los polizones había al menos cinco posibles menores, se encuentran en la carpa instalada en el puerto para asistir a los migrantes que llegan en embarcaciones precarias.
«Está muy salubre, todo limpio, ellos están muy bien aseados, tenían aspecto de haber descansado, hace calor, pero está bastante ventilado», ha indicado.
No obstante, las autoridades no pueden retenerlos allí durante más de 72 horas, motivo por el este lunes un Juzgado de Instrucción decidirá si los internan en un CIE o los dejan en libertad. También existe la posibilidad de que los polizones soliciten protección internacional.
En el caso de ser internados, la duración máxima será de 60 días, y si en ese plazo no pueden ser retornados a su país, habría que ponerlos en libertad, detalla la misma fuente.
«Entra en juego que no es gente que entra en patera, sino que entran ocultos. Entonces, se les da un tratamiento distinto. Se les deniega la entrada», ha indicado al advertir que hay «un vacío legal grandísimo porque realmente ellos han pisado ya territorio español».
De un cayuco al barco
El abogado de oficio que está asistiendo a seis de las personas llegadas a territorio español, ha detallado que durante las entrevistas que ha realizado con ellas le contaron que salieron desde Senegal en un cayuco, pagando, que llegaron a Mauritania y que, una vez allí, se subieron al remolcador del barco, pero sin detallar cuándo ni cómo.
No obstante, según otro de los abogados de oficio, sus asistidos contaron que la embarcación en la que viajaban se encontraba perdida en el mar desde hacía siete días y que, tras avistar el buque, aprovecharon que navegaba lento y se subieron a una estructura que remolcaba, a unos 400 metros del barco principal, motivo por el que inicialmente no los vio la tripulación, según esta versión.
La fuente ha señalado que desconoce qué ha ocurrido con los menores que iban a bordo, porque está asistiendo a los adultos, pero que están teniendo un trato diferente por la protección con la que cuentan debido a su edad.
El buque, con bandera neerlandesa y destino al puerto de Amberes (Bélgica), partió desde Dakar, la capital de Senegal, hace diez días.
El viernes por la mañana se puso en contacto con el puerto de Arrecife solicitando permiso para atracar y comunicó que había encontrado a 49 polizones embarcados en la gabarra que remolcaba.
Ayer, las autoridades del puerto habían requerido al barco que depositara una fianza de un millón de euros, teniendo en cuenta que la legislación marítima establece que el armador debe encargarse de la manutención, hospedaje y los pasajes de vuelta de los polizones que viajan de forma clandestina.
Tras varias horas en las que el barco se mantuvo en el límite de las doce millas náuticas, a la espera de que Capitanía Marítima le autorizara la entrada a puerto, finalmente el barco puso rumbo a Arrecife y se permitió la llegada de los polizones «por razones humanitarias», según esas mismas fuentes. EFE