Santa Cruz De Tenerife (EFE).- La consejera de Universidades, Migdalia Machín, ha admitido este martes que la ULL y la ULPGC pedían una ley de Ciencia más ambiciosa y ha señalado que no quiere rectores «que me bailen el agua, sino que me desafíen», al tiempo que ha reclamado al Parlamento sacar «las trincheras ideológicas» para el mayor consenso posible en el texto final.
Migdalia Machín ha abordado este asunto en una comisión parlamentaria en la que los grupos intervinientes, excepto el Nacionalista, han coincidido en censurar que se haya tramitado el proyecto de ley de Ciencia de Canarias sin la participación de las dos universidades públicas del archipiélago.
La consejera ha pedido al Parlamento «sosiego y celeridad» para tramitar el mejor texto posible porque, ha dicho, «no quiero una ley del Gobierno, quiero una ley de todos los grupos parlamentarios» ya que la propuesta presentada «como todo, es mejorable».
De hecho, se ha mostrado convencida de que la ley sufrirá modificaciones en tres o cuatro años debido «a la velocidad» del mundo de la innovación, pero también ha subrayado que esta norma marcará el presente y el futuro de la ciencia en Canarias tras un proceso participativo en el que han participado 80 agentes, instituciones académicas, públicas, empresas y sociedad civil.
Y en este proceso «puedo demostrar que se han recogido las alegaciones presentadas» por las universidades, que querían una ley más ambiciosa pero esto se puede mejorar en el trámite parlamentario, ha apuntado Machín.
«Pongo en valor que quiero rectores que reivindiquen constantemente», ha reiterado la consejera, para quien además se necesita «cintura política para sentarse y negociar» durante la ponencia parlamentaria, que no quiere «que se eternice» pero en la que además tiene claro que «no le puedo imponer al grupo Nacionalista lo que hay que hacer».
Asimismo ha detallado algunos aspectos recogidos en el borrador legal, como la simplificación administrativa para que un permiso «no tarde tres años», el aumento de los presupuestos hasta llegar al 3 por ciento en 2030, el IGIC tipo cero para la innovación, un Plan Canario de I+D+i y un apartado dedicado a la inteligencia artificial que incluye la creación de un comité ético al efecto.
La diputada de Nueva Canarias-Bloque Canarista Carmen Hernández, que solicitó la comparecencia de Machín, ha calificado de «inaudito» el que se impulse una nueva ley de Ciencia «de espaldas» a las universidades, que han expresado su descontento y desconcierto por este hecho, lo que a su juicio supone «un menosprecio a la sede del conocimiento, la investigación y la innovación».
Y además Hernández ha comentado que empieza a sentir en el Gobierno una actitud poco dialogante y respetuosa con los grupos parlamentarios a la hora de tramitar leyes, al tiempo que ha expresado su convencimiento de que en la de Ciencia predomina una visión mercantilista y carece de medidas para retener o atraer el talento.
Por Vox Nicasio Galván ha pedido dejar el sectarismo ideológico al margen a la hora de hablar de ciencia pues detrás de la ley ve «la sombra de la agenda 2030 y el sexo», sobre lo que ha comentado que si hay diez científicos no discrimina si son hombres o mujeres, y ha criticado que se de por cerrado el debate sobre el cambio climático antropogénico en vez de preservar el espíritu crítico.
La diputada popular Isabel Saavedra ha calificado la ley de ambiciosa pero ha matizado que este proceso de modernización de la ciencia en Canarias debe contar con todos los actores del sistema y en éste son imprescindibles las universidades, por lo que ha confiado en que se enriquezca el texto y se reconozca su papel estratégico, la mejora de su financiación y una carrera profesional estable para los científicos jóvenes.
Por el grupo Nacionalista Cristina Calero ha enfatizado que desde el primer día se ha trabajado con los vicerrectores de Investigación de las dos universidades públicas, ha dicho que no se puede presentar una ley «encorsetada y difusa» sino una hoja de ruta flexible y ha destacado que de lo que menos se ha hablado en la comisión es de lo que más reivindican los científicos, la simplificación administrativa ante «la asfixia burocrática».
La parlamentaria socialista Alicia Pérez ha aseverado que una nueva ley de Ciencia en Canarias es necesaria y por ello le duele «profundamente» que el texto presentado sea «una oportunidad perdida» pese a que la consejera «lo tenía fácil: le bastaba con escuchar a las universidades públicas».
Sin embargo, ha continuado Pérez, la consejera ha optado por presentar un anteproyecto sin consenso ni participación real pese a que más del 95 por ciento de la investigación en Canarias lo realizan las universidades, para criticar también la visión limitada de la ciencia basada casi exclusivamente en su utilidad económica.
«Canarias necesita una buena ley de Ciencia, útil, consensuada y con visión de futuro pero ésta no responde a las necesidades reales del sector», ha advertido la diputada socialista, para quien aún «estamos a tiempo de rehacer el camino y dar relevancia a las universidades públicas». EFE