El máximo responsable de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) en la Corporación de Las Palmas de Gran Canaria denuncia que el transfuguismo es un elemento de corrupción política.
El primer teniente de alcalde y máximo responsable de NC-BC en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo, consideró que el reciente anuncio de abandono del partido por parte de José Eduardo Ramírez, quien no ha renunciado a su acta de concejal, constituye “un acto de transfuguismo de libro. Lo que corresponde es que devuelva el acta. Y si no, deben haber consecuencias. En ningún caso se debe premiar a los tránsfugas y sus comportamientos nada éticos”.
Quevedo aseguró que se enteró de la decisión a través de los medios de comunicación y que Ramírez, a pesar de ser preguntado en diversas ocasiones, nunca expresó desacuerdo ni malestar. Aunque le sorprendió, destacó que la desaparición de Ramírez del partido y del Ayuntamiento en el periodo reciente, así como su escasa participación en los órganos de NC-BC, son notables.
“Cuando se hace una traición a lo que uno representa y se lleva a cabo un acto de transfuguismo, eso debe tener una consideración crítica. El transfuguismo es un elemento de corrupción política”, denunció Pedro Quevedo. Además, afirmó estar convencido de que, detrás de esta operación, se encuentra el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, y sus intentos de confluir, a medio plazo, con el partido del secretario general de Coalición Canaria, Fernando Clavijo.
En relación a lo que decidirá Nueva Canarias-Bloque Canarista sobre este caso, indicó que se analizará la situación y se tomarán las decisiones pertinentes.