El Cabildo de Tenerife ha logrado establecer, en apenas un año, un cinturón de protección contra incendios forestales en las medianías del noroeste de la isla, gracias a la colaboración directa de más de 19 municipios que trabajan de forma coordinada en medidas preventivas, restauración de biodiversidad y activación agraria. Esta iniciativa es una de las principales fortalezas del Plan de Medianías de Tenerife, una estrategia territorial que combina seguridad, sostenibilidad y recuperación del paisaje. Su primer balance ha sido presentado por la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, junto a la consejera de Medio Natural, Blanca Pérez, y el director de área, Pedro Millán.
Rosa Dávila calificó el plan como “una de las grandes apuestas de este mandato” y destacó: “En esta isla donde el 25% de la población vive en zonas de interfaz forestal, hemos logrado, en tiempo récord, algo histórico: un escudo territorial vivo, comunitario y operativo, que nos ayuda a prevenir incendios antes de que ocurran”.
Este cordón protector, que se extiende desde Garachico hasta San Juan de la Rambla, pasando por Icod de los Vinos, La Guancha, El Tanque, La Victoria y La Orotava, se ha consolidado mediante acciones concretas en el terreno, formación comunitaria, talleres en centros escolares, implementación de medidas agroecológicas y acuerdos de custodia del territorio.
### Un escudo insular en construcción
El Plan de Medianías de Tenerife fue lanzado en junio de 2024 con una inversión de 3,6 millones de euros y un horizonte de ejecución de tres años. Tiene un doble objetivo: proteger a la población en zonas de riesgo mediante medidas preventivas contra incendios y recuperar la biodiversidad natural y agraria a través de la dinamización del territorio.
Durante este primer año, el equipo técnico ha desplegado más de 220 acciones en 19 municipios, desarrollando un modelo de trabajo en red que ha permitido establecer una franja de seguridad continua en la vertiente noroeste de la isla, frenando la expansión del fuego, mejorando la capacidad de respuesta ante emergencias y fortaleciendo la cultura de la autoprotección.
“La clave ha sido trabajar codo a codo con los ayuntamientos, los cuerpos de Protección Civil, los vecinos y los centros educativos. Hemos tejido una red de confianza y corresponsabilidad que no solo funciona en la emergencia, sino que se anticipa a ella”, explicó Blanca Pérez.
### Educación
El Plan de Medianías ha puesto especial énfasis en la divulgación, formación y empoderamiento local. Se organizaron rutas interpretativas en zonas como La Florida (La Orotava) y Palo Blanco (Los Realejos) para que los propios vecinos pudieran identificar factores de riesgo y aprender cómo proteger sus viviendas. En paralelo, se impartieron talleres en centros educativos como el IES San Juan de la Rambla o la finca Fagundo (Tacoronte y La Laguna), donde los escolares aprendieron de forma práctica conceptos como manejo del combustible vegetal, paisaje defensivo o corredores ecológicos. También se diseñaron y distribuyeron materiales específicos (trípticos, vídeos, contenidos web) y se creó un repositorio digital en la web de Biodiversidad del Cabildo.
### Biodiversidad funcional: murciélagos, aves, polinizadores y especies autóctonas
Otro eje fundamental del Plan ha sido la restauración ecológica de las medianías. Se han instalado refugios para murciélagos insectívoros en propiedades de municipios como Garachico, Fasnia o La Victoria, utilizando materiales naturales como troncos de eucalipto. También se han creado bebederos para aves en tocones de pino canario y entregado especies autóctonas como laurel, madroño o castañero a propietarios agrícolas. Una de las apuestas más innovadoras ha sido el lanzamiento del Programa de Seguimiento de Polinizadores de Tenerife, que combina ciencia ciudadana, educación ambiental y monitoreo ecológico con la participación de la ciudadanía. El primer taller se celebró en la Rambla de Castro (Los Realejos) con gran éxito de convocatoria.
### Banco de Tierras de Tenerife
Un elemento innovador y transformador del Plan ha sido la activación del Banco de Tierras de Tenerife, una herramienta pública que busca recuperar suelo agrario en desuso y convertirlo en una pieza clave de la prevención de incendios. En su primer año, ha registrado 17 ofrecimientos de fincas agrícolas y 9 terrenos para pastoreo, además de identificar a 13 personas interesadas en trabajarlos.
Para gestionar este sistema de forma eficaz, se desarrolló una plataforma digital con herramientas de geolocalización, mapeo interactivo y visor web, que permite visualizar las parcelas disponibles y facilita los procesos de cesión o uso compartido. Además, se inició un proyecto piloto de pastoreo dirigido en La Montañeta, en el municipio de Garachico, donde, en colaboración con ganaderos y agentes de Medio Ambiente, se está aplicando el pastoreo como técnica de limpieza vegetal en zonas sensibles.
El Banco de Tierras no solo busca reactivar el sector primario, sino que también forma parte de la estrategia global de defensa frente a incendios forestales. “Es una herramienta útil y directa para reducir el riesgo, pero también para recuperar el paisaje tradicional y devolver valor a terrenos olvidados”, señaló el director insular Pedro Millán.
### Otras actuaciones
Con un primer año de avances, el Plan de Medianías encara su segunda fase con nuevas líneas de actuación que ampliarán el impacto territorial, mejorarán la respuesta técnica y facilitarán aún más la colaboración de la ciudadanía. Una de las prioridades será extender el cinturón de protección hacia otras zonas de interfaz de la isla, replicando el modelo ya consolidado en la vertiente noroeste. Para ello, se reforzará la detección de áreas críticas, combinando herramientas de análisis territorial con trabajo técnico de campo. También se adaptarán los refugios de biodiversidad para nuevas especies, como aves rapaces o reptiles, y se fomentará la creación de corredores ecológicos entre fincas, permitiendo conectar hábitats, mejorar la funcionalidad del paisaje y apoyar la biodiversidad útil en la defensa agroecológica.
Otro de los pilares será la consolidación de una comunidad de ciencia ciudadana, que se reforzará mediante el desarrollo de aplicaciones móviles para registrar observaciones de flora y fauna, complementadas con talleres y encuentros formativos en distintos municipios. El Banco de Tierras continuará ampliando el número de parcelas disponibles, con un esfuerzo adicional en la mejora de infraestructuras básicas, como accesos, agua o cerramientos. Además, se impulsará la creación de una base de datos sobre precios de arrendamiento y uso del suelo, aportando transparencia al sector y orientando tanto a propietarios como a usuarios.
Por último, el Cabildo está trabajando en el diseño de incentivos fiscales y avales de renta de referencia, que permitirán dinamizar más terrenos mediante cesión gratuita, contratos de aparcería o fórmulas de custodia del territorio. Estas medidas estarán integradas en una campaña de comunicación continua y cercana, reforzando el vínculo entre administraciones, ciudadanía, propietarios y colectivos rurales, consolidando así un modelo territorial más activo, resiliente y conectado.