El indicador de la tasa AROPE baja en las islas por cuarto año consecutivo y se acerca a la media nacional. Canarias, entre las comunidades en las que mejora el indicador sobre carencia material y social severa
La comunidad autónoma de Canarias redujo en 50.000 las personas que se encuentran en situación de riesgo de pobreza y exclusión en 2024. Así lo indica el informe la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español, que señala que el pasado año mejoraron los registros de Canarias en los principales indicadores de pobreza y exclusión social. De esta forma, las islas experimentan la cuarta mejor reducción de la tasa AROPE, el tercer mayor incremento de la renta media y la mayor disminución de la tasa BITH (hogares con baja intensidad de empleo).
Mientras que la tasa Arope se incrementa en nueve comunidades autónomas, en Canarias baja 2,6 puntos. En comparación con el año 2015, designado año de control de la Agenda 2030 y en el que la tasa AROPE era de 38,4 %, este registro supone una mejora de 7,2 puntos porcentuales, lo que supone casi 110.000 personas que dejaron de estar en situación de riesgo pobreza y/o exclusión social en Canarias. En el ámbito nacional, y con respecto a este mismo periodo, solo se reduce 2,9 puntos.
El estudio de los principales indicadores de pobreza y exclusión social en Canarias muestra que, en un contexto de mejora generalizada en el conjunto del Estado, también se produjeron destacados avances en las islas. El informe señala que el 31,2 % de la población de Canarias estaba en riesgo de pobreza y/o exclusión social el pasado año. Esta cifra es 2,6 puntos porcentuales inferior a la registrada en 2023, lo que se traduce en unas 50.000 personas menos en AROPE y una reducción de más de siete puntos en la última década, la cuarta mayor registrada a nivel nacional. Además, este indicador se reduce en el Archipiélago por cuarto año consecutivo.
Sobre la carencia material y social severa, con respecto a 2015, el indicador aumenta sus valores tanto a nivel estatal como en la mayoría de las regiones y solo se detectan mejoras en seis comunidades autónomas, entre las que se encuentra el Archipiélago. En el último año este indicador también empeora a nivel estatal, pero mejoró nueve comunidades, entre las que se encuentra Canarias.
De todas las comunidades, solo tres mejoran sus registros de pobreza severa, Baleares, Canarias y Extremadura, respecto a las tasas que existían antes de la Gran Recesión, en 2008.
Por otro lado, si para el cálculo de la tasa AROPE se utiliza la tasa de pobreza obtenida con el umbral de pobreza regional de Canarias, este indicador disminuye y se reduce su distancia con la media nacional: para el año 2024 la tasa AROPE con umbral regional se reduce 2,8 puntos (de un 31,2 % a un 28,4 %).
Baja intensidad en el empleo en el hogar y edades
En el año 2024, el 10,4 % de la población canaria entre 0 y 64 años vivió en hogares con baja intensidad de empleo (BITH), cifra que se reduce por tercer año consecutivo. Así, Canarias experimenta la mayor caída de tasa BITH de todas las comunidades. El factor de baja intensidad de empleo por hogar de la tasa AROPE agrupa a aquellas personas entre 0 y 64 años que viven en hogares en los que sus miembros en edad de trabajar solo consiguen hacerlo por debajo del 20 % de su potencial máximo.
Respecto a la tasa AROPE por edad en Canarias, todos los grupos mejoraron en 2024 respecto al año anterior, salvo el de 30 a 64 años (un 31,1 %), que se mantuvo estable. Por su parte, también mejoraron de manera destacable los valores registrados entre las personas de 18 a 29 años (-7,2 puntos) y de 65 años y más (-5,2 p.p.), que se situaron en 26,7 % y 27,2 % respectivamente.
Canarias sigue demandando del Estado mayor compromiso en la financiación para las políticas contra la pobreza. Frente a los 30 millones de euros aprobados en el pasado Consejo de Ministros, los cálculos de la comunidad autónoma estiman la necesidad de otros 50 millones adicionales para aplicar en la mejora de la situación de la población más vulnerable.
Ya han salido a información pública los reglamentos para implementar los complementos de la Renta Canaria de Ciudadanía para que esta siga conviviendo con el Ingreso Mínimo Vital. La consejera de Bienestar Social, Candelaria Delgado, ha explicado que “se trata de un paso muy importante porque este reglamento pone a los canarios y canarias en el centro de las políticas sociales: estandariza cómo se valora cada caso, cómo se planifica el apoyo y cómo se hace el seguimiento para que la Renta Canaria de Ciudadanía (RCC) no sea solo una ayuda económica, sino una palanca real de inclusión y autonomía. El documento define qué pasos siguen los servicios sociales y qué apoyos recibe cada hogar, con criterios claros, homogéneos y medibles en todas las islas”.