La flota controlada por armadores europeos asciende a un 35% de la flota mundial en tonelaje según un estudio del instituto CE Delft, sobre el valor económico del sector marítimo europeo (The economic value of the European shipping sector) presentado el pasado 19 de marzo por los armadores europeos (ECSA European Shipowners), con motivo de la celebración de la Cumbre Europea del Transporte Marítimo (European Shipping Summit 2025, ESS2025) en Bruselas (Bélgica).
Según dicho estudio, el transporte marítimo europeo controla un 30% del tonelaje mundial en el sector de los graneleros, un 44% en el de los portacontenedores, un 35% en el de los petroleros y un 33% en el de los metaneros, lo que le convierte en una potencia en el comercio mundial por vía marítima.
Los armadores Europeos también presentaron un segundo informe, esta vez elaborado por la consultora Deloitte, EU Shipping Competitiveness Study International benchmark analysis sobre la competitividad del transporte marítimo europeo, y como éste representa una baza geopolítica para el continente, ya que facilita la exportación e importación de mercancías, alimentos y energía.
Este estudio subraya que la UE se enfrenta hoy a una competencia internacional más feroz que nunca. La flota europea crece a un ritmo constante, pero otras lo hacen aún más deprisa. A medida que aumenta la incertidumbre geopolítica, el transporte marítimo europeo debería ser considerado como un activo geopolítico, consolidando la posición de liderazgo de la UE en las cadenas de suministro internacionales.
Según Deloitte, el actual marco normativo y fiscal de la UE facilita un sector del transporte marítimo comunitario competitivo. Sin embargo, pone de relieve importantes áreas de mejora, como la reducción del déficit de inversión para la adopción de tecnologías y combustibles limpios, la reducción de la carga administrativa y la armonización con la normativa internacional.
Para el secretario general de ECSA European Shipowners, Sotiris Raptis, “el transporte marítimo es la piedra angular de la seguridad energética y de la cadena de suministro europeas y está en primera línea de la transición energética. Supone un 35% de la flota mundial frente al 15% del PIB mundial de la UE. Para que Europa conserve el transporte marítimo como activo geopolítico, necesitamos mantener su competitividad internacional e invertir en la transición energética. Los ingresos nacionales y de la UE procedentes del EU ETS deben volver al sector e invertirse en tecnologías y combustibles limpios que hagan más competitivo todo el sector marítimo”.