Cuando las canastas sonríen

Crecer. El baloncesto canario sigue dando pasos en lo que a inclusión e igualdad se refiere. Tras las dos primeras experiencias del proyecto ‘Baloncesto sin límites’, auspiciado por la Federación Canaria de Baloncesto (FCB), llegó la tercera, que no fue una cita más, fue la de refrendar la unión y amistad que ya existe entre los 250 jugadores de los diferentes equipos. Las islas de Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y La Palma volvieron a coincidir en una misma cancha y por una misma razón: el sonreír practicando el deporte de la canasta.

Cuando las canastas sonríen
Santa Lucía de Tirajana albergó la tercera jornada de Baloncesto sin límites

El ente federativo regional contó con la entrega y la ilusión del club de baloncesto de Santa Lucía, de la isla de Gran Canaria. Cuando las cosas se hacen por amor y convicción, el altruismo se contagia; prueba de ello, los 30 voluntarios que colaboraron para que la jornada inclusiva saliera a la perfección.

Una de las escenas más especiales de la jornada, la que protagonizaron La Piruleta y Magec Tías, que formaron un equipo mixto para que los conejeros no se quedaran sin disfrutar de los partidos. Además de los mentados y el club local, 7 Palmas, Náutico, La Canasta, Adareva, Proyecto Suma, Vallesur Fátima, Centros de Día CBLP, Aridane y Canarias Adin formaron parte del cuadro de la jornada.

Más allá de los encuentros disputados en las categorías ‘discapacidad intelectual’ y ‘salud mental’, el partido de exhibición de baloncesto en silla de ruedas. CB Sureste y CB 7 Palmas ofrecieron un espectáculo sin parangón, que hizo bullir al Pabellón de La Unión, en Vecindario (Santa Lucía de Tirajana).

De igual manera, los concursos de tiro no dejaron indiferentes a los allí presentes… hasta los voluntarios acabaron tomando parte desde el perímetro. 

Sonrisas, de preludio y post evento. Y es que después de que la implicada corporación municipal de Santa Lucía de Tirajana y el presidente de la FCB, Carlos Olano, cerraran el evento, no hubo tristeza por la despedida, y sí sonrisas que se entremezclaban con el compromiso de verse pronto. Este proyecto no tiene límites.