“Las ayudas son determinantes para paliar el sobrecoste que sufren las pymes por el encarecimiento de la energía”

El eurodiputado del Partido Popular Gabriel Mato ha confirmado hoy que los Estados miembros, como España, tienen la responsabilidad de implantar las medidas adecuadas para que las pymes e industrias afronten el encarecimiento de las materias primas derivado de factores como el encarecimiento de la energía y de los fletes.

“Las ayudas son determinantes para paliar el sobrecoste que sufren las pymes por el encarecimiento de la energía”
La reducción de impuestos y gravámenes y la fabricación de materiales en la UE son otras de las soluciones que destaca el eurodiputado canario

Gabriel Mato ha hecho esta afirmación tras haber preguntado a la Comisión Europea qué acciones tiene previsto adoptar la Unión Europea para reducir el impacto en las pymes del aumento de precio de las materias primas.

Según un reciente estudio, el 83% de las pymes ha sufrido un incremento medio en los precios de sus materias primas, componentes y suministros en el último año  del 119%”, ha apuntado. “A la misma vez, el 89% de las pequeñas y medianas empresas ha visto cómo se reduce su margen de beneficio, poniendo en riesgo el mantenimiento de su actividad futura”.

Junto a las ayudas de Estado, el eurodiputado ha explicado, en línea con la respuesta que le ha trasladado la Comisión Europea, que también es importante la reducción de impuestos y gravámenes para reducir el precio de la energía, porque siempre acaba repercutiendo en el precio de las materias primas.

En cuanto a las materias primas, Gabriel Mato ha indicado que los Estados miembros deben mejorar la concesión de permisos a las instalaciones de producción y extracción, a la vez que proporcionan orientación a las pymes.

Asimismo, ha añadido que la Comisión Europea ya está trabajando para identificar proyectos, necesidades de inversión y oportunidades de financiación para abaratar las materias primas fundamentales dentro de la Unión Europea, de forma que puedan estar operativas dentro del horizonte 2025. “De esta forma se promueve la fabricación en Europa, tal y como se hizo con éxito en el caso de las vacunas contra la COVID-10”, ha dicho.