Teletrabajadores en el modelo turístico

Llámense, como se quiera, nómadas digitales, trabajadores remotos o teletrabajadores, lo cierto es que la iniciativa de captarles e incorporarles al  modelo turístico de Canarias va viento en popa. La iniciativa comenzó a desarrollarse hace dos años. El propósito era ganar espacio y consolidarse. Lo están consiguiendo.

Teletrabajadores en el modelo turístico
Los datos, ciertamente, son  alentadores. Entre enero y noviembre llegaron a las islas cuarenta y cinco mil ochocientos teletrabajadores, de acuerdo con Nomad List, el portal de referencia mundial de los teletrabajadores

Por Salvador García Llanos

Lo saben bien en la consejería de Industria, Comercio y Turismo, cuya titular, Yaiza Castilla, estima que este perfil del viajero tiene un gran impacto en la economía de las islas, además de una gran capacidad para contribuir a romper la estacionalidad. Según datos de la sociedad ‘Turismo de Canarias’ estos visitantes disfrutan de una estancia media de cincuenta noches y realizan un gasto medio de tres mil ciento setenta y un euros.

Los buenos resultados y la experiencia que se va acumulando hacen que la solución de continuidad de la estrategia tenga nuevos ingredientes: en efecto, la la citada consejería ha invertido seiscientos mil euros en una llamativa campaña de promoción, que acaba de poner en marcha en doce mercados europeos: Reino Unido, Alemania, España, Francia, Italia, Irlanda, Finlandia, Suecia, Suiza, Bélgica, Países Bajos y República Checa.

La consejera Castilla entiende que entramos en una  nueva fase de comunicación, después de haber cumplido un primer objetivo: situar a las islas en el mapa de los teletrabajadores, a través argumentos racionales como son la banda ancha, la conectividad aérea o la compatibilidad horaria.

En esa nueva fase, el mensaje se centra en el denominado plano motivacional, desarrollando un concepto de comunicación sobre el que basculará toda la campaña: el #AfterTeleWork. La nueva estrategia incluye innovaciones y de gran formato para Londres y Berlín, donde varios vehículos con pantallas gigantes seguirán una  ruta que discurre por zonas donde se concentran compañías afines a la flexibilidad laboral.

El mensaje parece haber calado entre la comunidad de remote workers de Europa, que empiezan a consolidarse como un segmento estructural dentro del modelo turístico de Canarias, cada vez más diversificado y menos dependiente, asegura la consejera.

Los datos, ciertamente, son alentadores. Entre enero y noviembre llegaron a las islas cuarenta y cinco mil ochocientos teletrabajadores, de acuerdo con Nomad List, el portal de referencia mundial de los teletrabajadores. Estos viajeros, como dijimos al principio, disfrutan de una estancia media de cincuenta noches y despliegan unos gastos medios de tres mil ciento setenta y un euros, una cantidad que equivale al gasto medio realizado por ciento veinte mil cuatrocientos turistas vacacionales.

El 44 % de ese dinero lo destinan a actividades complementarias, al alojamiento y al billete de avión, es decir, que mil cuatrocientos ocho euros se invierten directamente en el destino, un 20 % más que el visitante vacacional, que gasta un 25 % (trescientos un euro) en estas actividades.

En comparación con el turista medio, los trabajadores en remoto realizan un gasto superior en restaurantes y cafeterías, supermercados, actividades deportivas, museos y pasajes entre islas. Se trata, por tanto, de un tipo de gasto redistribuido y que revierte de forma directa en la economía local de las ocho islas.

En cuanto a los países de procedencia de estos visitantes, según los datos manejados por la Asociación Canaria de Espacios Colaborativos, encabeza el ‘ranking’ Alemania (27 %), seguido de Reino Unido (12 %), Países Bajos (10 %), República Checa (8 %), Estados Unidos (6,6 %), España (6,6 %) e Irlanda (5 %).