Un vecino de la capital grancanaria lleva esperando la ayuda de emergencia social desde 2018

CC calcula que han llegado a ser unas 1.500 las personas afectadas y que lo habitual es esperar entre tres y cinco meses para recibir este tipo de ayudas, aunque el tiempo oscila y casos como el de Juan se agravan porque son más de tres años esperando"

Un vecino de la capital grancanaria lleva esperando la ayuda de emergencia social desde 2018

Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria quiso hoy abordar la problemática de los Servicios Municipales en la capital y para ello organizó una convocatoria en el Parque del Canódromo a la que asistió, junto a su portavoz y viceportavoz, Francis Candil y David Suárez, respectivamente, Juan Amaranto Martín Socorro, un vecino de la ciudad que solicitó la ayuda por emergencia social por primera vez en 2018 y todavía sigue esperando una respuesta.

"Situaciones como la suya se repiten con muchas más personas", por eso es "importante" el pleno extraordinario sobre la gestión de los Servicios Sociales que han solicitado los grupos de la oposición de la capital. "Él es uno de tantos. El silencio y la indiferencia, o una promesa incumplida de una cita que nunca llega es lo habitual. Situaciones como la suya deberían remover la conciencia del alcalde, Augusto Hidalgo", apuntó. 

CC calcula que han llegado a ser unas 1.500 las personas afectadas y que lo habitual es esperar entre tres y cinco meses para recibir este tipo de ayudas, aunque el tiempo oscila y casos como el de Juan se agravan porque son más de tres años esperando "y ahora le han dicho que tiene cita en marzo". 

Por último, Candil recordó que en junio del pasado año se anunció un plan de choque con 71 nuevos trabajadores sociales: "Esos trabajadores nunca llegaron. Fue una mentira sin escrúpulos y una huída hacia adelante con promesas que no se cumplieron y los casos se alargan en el tiempo sin encontrar ningún tipo de respuesta".

A continuación, Juan Martín, de 62 años, explicó su situación apuntando de entrada que perdió una pierna, la izquierda, en 2008, y la otra, la derecha, en 2017. Con las dos piernas amputadas por debajo de la rodilla, obligado a moverse en silla de rueda y atendido por sus hermanos y cuñados, Martín agradece a Cruz Roja la ayuda que le presta y se queda de no recibir las ayudas de emergencia social, del Ayuntamiento, ni de dependencia, del Gobierno de Canarias, aunque sí recuerda que el Ejecutivo regional le renueva cada tres años la silla de rueda en la que se traslada y cada dos las prótesis.

"Mi único ingreso es una pensión no contributiva de 610 euros, pero se me van 380 en el alquiler de una cama articulada, que es una de las necesidades con la que me podrían ayudar, aunque sobre todo necesito ayuda en productos básicos como los empapadores porque los necesito de forma continua, además de que deberían resolver las barreras arquitectónicas que hay en este barrio (Schamann) y que provocan que muchas veces tenga que ir con mi silla por la carretera aunque no esté permitido", destacó.

Además, mostró su indignación con un detalle: "Esta semana escuchaba, y me parece una vergüenza, que el Ayuntamiento tiene un superávit de 50 millones de euros y resulta que lo guarda en la hucha en vez de repartirlo entre quien lo necesita de verdad".