Arranca vacunación infantil con pegatinas y globos para hacer frente a agujas

Arranca vacunación infantil con pegatinas y globos para hacer frente a agujas

La campaña de vacunación infantil ha arrancado este miércoles en Canarias, donde 17.154 menores de entre 5 y 11 años ya han recibido su cita en todas las islas para acudir a vacunarse en los próximos días.

Para los aproximadamente 250 menores que acudieron en la primera jornada a INFECAR, en Las Palmas de Gran Canaria, para recibir la primera dosis de la vacuna pediátrica de Pfizer, los enfermeros han puesto a su disposición todo un arsenal de globos, pegatinas y decoración navideña con el objetivo de animar a los niños, que en su mayoría se mostraban voluntariosos, pero con algo de miedo al pinchazo.

Las reacciones entre los pequeños variaban: del llanto desesperado previo al pinchazo a la relajación y el "no era para tanto" de después, especialmente si recibían las pegatinas de Samuel, un enfermero que les "soborna" con sellos de unicornio y que se ha esforzado por hacer algo más llevadero todo el proceso, que no se suele prolongar más de un minuto, dependiendo del ánimo de colaboración de cada niño.

El ritual parece sencillo: "respira hondo, levanta la camiseta y mira para otro lado", pero el desenlace es variado y puede incluir un abrazo final entre paciente y personal de enfermería, algún llanto, suspiros de alivio, sonrisas... o todo a la vez.

Una de las enfermeras coordinadoras del dispositivo en INFECAR, Natalia Mokina, señala en declaraciones a los periodistas que los niños están reaccionando "superbien" y que en su mayoría vienen muy predispuestos y, casi todos, tranquilos.

"Está siendo una buena experiencia hasta ahora", afirma la coordinadora, que ha animado a las familias a acudir, tanto con cita como sin cita.

Respecto al ritmo de vacunación, resalta que ahora están centrados en inocular las dosis pediátricas por la tarde para no coincidir con el horario escolar, a la par que por las mañanas vacunan preferentemente a adultos, esencialmente con citas para terceras dosis.

Sobre la decoración navideña que predomina en los boxes de vacunación, Mokina expresa que busca "tranquilizar a los niños" para que afronten la vacunación con normalidad y sosiego.

En cuanto a los que reciben el pinchazo, la enfermera asevera que la mayoría se muestran concienciados sobre la importancia de la vacunación como mecanismo de protección frente al virus.

Preguntada por si cree que se tardará más en traer a los niños más pequeños, de 5 años, piensa que no, y opina que prácticamente todo el mundo es consciente de la importancia de la vacunación.

"Los sanitarios llevábamos mucho tiempo esperando este momento y animo a los padres que tengan dudas a venir y consultar con los profesionales para aclarar cualquier cosa", precisa Natalia Mokina.

Carolina, madre de Antonio, de 11 años, revela a EFE que estaba "deseando" que llegara este momento, mientras que su hijo admite, algo tímido, que "tenía algo de miedo, pero no por la vacuna, sino por el pinchazo", aunque matiza que quería vacunarse porque "hace falta" para proteger no solo a los demás sino también a uno mismo.

En la misma línea se expresaba Claudia, de 9 años, a la que tampoco le gustan las agujas. Su padre, Javier, señala aliviado que la vacuna para su hija les permite tener más precaución, tranquilidad y ofrece una oportunidad para poder recobrar la vida normal "cuanto antes".

En toda Canarias están llamados a la vacunación un total de 136.910 menores de entre 5 y 11 años, un proceso que se compagina con la priorización de la población pediátrica inmunodeprimida que está siendo citada y vacunada directamente por su hospital de referencia. EFE