Miguel López Carballo, premio más que merecido

Acto sencillo y austero en el patio del antiguo convento de Santo Domingo, integrado ya en las casas consistoriales del Puerto de la Cruz, para reconocer el trabajo de Miguel López Carballo, presidente de la Agrupación Ranillera de Fiestas, uno de los escasos guardianes de las tradiciones marineras

Miguel López Carballo, premio más que merecido
Miguel López Carballo se llevó el afecto de los asistentes. Premio modesto pero más que merecido por su dedicación y entrega

El Ayuntamiento le concedió el premio honorífico de las Fiestas de Julio, instituido en el presente mandato. Acto sencillo y austero, como es el propio Miguel, miembro de una familia de pescadores que siempre respondió a las inquietudes que despertaba cualquier llamada de las gentes vinculadas a la Virgen del Carmen.

Allí estaban sus familiares y allegados, respaldándole. Y una vez más, López supo estar a la altura, desgranando brevemente los recuerdos y procurando destacar el sentimiento colectivo que anida en los portuenses cuando de su costumbrismo y de la Virgen se trata. El concejal de Fiestas, Alberto Castilla, primero; y el propio alcalde, Marco González, después, para completar las intervenciones que remarcaban la gratitud hacia una persona desprendida, un hijo de la mar, que diría Machado, que jamás se cansó de pedir ayuda (a ediles, emprendedores y párrocos incluidos) con tal de que las fiestas lucieran ese toque de tradición marítima que las distingue. 

Y apareció Esteban Aliaga Herrera para amenizar, con Marcos Luis López y Pablo Díaz Fariña, a la guitarra y al timple, la tarde impregnada de emotividad. Interpretaron canciones de José Peraza, muy bien arregladas por La Parranda Portuense, y hasta improvisaron folías e isas para acreditar el talento que atesoran las generaciones más jóvenes, identificadas con estos motivos festeros. Dedicaron, inicialmente, una composición cargada de nostalgia. Dice:

    "Puerto de ayer, / mi memoria te ha ido a buscar/ y en fotos de Baeza y Fregel/ viaja el albor de la ciudad: Puerto de ayer/ de hoy y de siempre/ Puerto de la Cruz/ eres la casa donde viví/ un sitio para soñar. Y amar/.

    Puerto marinero/ tu manto de plataneras/ te lo besa el mar, / donde el cielo azul/  se une en el infinito/ a las falúas que salen a pescar/.

    Puerto/ pueblo de gente sencilla/ que al que viene de otra orilla/ siempre supiste acoger./ Puerto, tu futuro y tu presente/ navegan con el ayer/.

    Es tu alma marina/ la que impregna cada esquina/ cada poro de mi piel/. Es mi plaza del Charco/ con caricia de ñamera/ es mi muelle/ que me vio amar y crecer/.

    Puerto/ que conoces mil andares/ que parrandeando en tus lugares/ siempre el día apareció/.

    Puerto/ tú que guardas en secreto/ muchas historias de amor"/.

    Con sencillez, ánimo y sentimiento, ingredientes indispensables en toda fiesta que se precie. Muy válido para poner punto final (esta tarde sale la procesión de la Virgen por un recorrido terrestre) a una programación lucida, tan llena de alicientes que estimularon la participación. Miguel López Carballo se llevó el afecto de los asistentes. Premio modesto, pero más que merecido por su dedicación y entrega.